Muchas veces pasamos la vida creyéndonos infalibles, incluso inmortales, nos encanta fantasear, lo sé.
Un 27 de Enero por la noche íbamos viajando en autopista hacia San Luis Potosí, a escasos diez minutos de llegar, mientras le movía algo al estero, ocurrió lo menos esperado.
Podrá sonar confuso, pero confuso fue y sigue siendo:
Auto en el que viajábamos: Chevy, mi ahijado era el driver, yo copiloto y mi hermana iba en la parte posterior.
Hecho: Trailer tratando de dar vuelta en autopista, no calculo bien y quedo varado abarcando por completo los carriles de ida por donde nosotros viajábamos. El dicho traile se mimetizaba con el color de la carretera, las luces no se veían así que era prácticamente imperceptible, viajando a alta velocidad al percatarnos de dicho móvil, las opciones eran pocas y mi ahijado hizo lo mejor que pudo para esquivarlo.
Nos estrellamos con la parte trasera del trailer, del lado del copiloto cayó el golpe de lleno, mi ahijado y yo llevábamos cinturón de seguridad, nos tocaron heridas pero dentro de todo fueron leves, mi hermana no lo llevaba y se llevo un buen golpe, y todos el susto más grande de nuestras vidas.
Esto no se podía evitar, de hecho estamos vivos en lo mundano gracias a las habilidades de mi ahijado, y al cinturón de seguridad, y sobre todo en lo Divino gracias a Dios.
No importa si vas de aquí a una distancia pequeña, si llevas al mejor conductor, si es el auto más moderno, por favor: 'USA EL CINTURÓN DE SEGURIDAD'
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